Las palabras son como las notas musicales, cada una tiene un tono energético en sí misma y en su combinación con otras palabras componen una melodía con su tono vibracional y frecuencia correspondiente. Cualquier persona sin ser músico puede hacer sonar una cuerda de la guitarra pero solo el músico es capaz de hacer sonar los acordes y la melodía en su combinación perfecta entre acordes debidamente ordenados. El múscido altera los estados del ser a través de la música, los ordena en armonía o los desordena...

 

  La palabra tiene poder sanador! Pero solo surte efecto el poder sanador de la palabra cuando tiene origen en el Conocimiento de quien la pronuncia y cuando su intención es la de sanar… de lo contrario, seria como una persona que no es músico pero que hace sonar las cuendas de una guitarra… Así como en el caso del músico, influimos en el otro a trabes de la palabra y la Palabra tiene poder como una melodía y te conmueve, te alegra, te levanta, te inspira, TE SANA.

 

 ¿Sabe el músico de dónde viene su cualidad, su talento, su Don…? y sin embargo lo tiene y lo usa cada vez que hace sonar su instrumento y te conmueve… No te preguntas de dónde saca el Don…. Sin embargo eliges qué música prefieres escuchar sin necesidad de ser músico… porque así como la música resuena con tu corazón, también las palabras en su combinación resonarán o no… te ordenarán o te confundirán más…

 

 La Palabra resuena con tus estados emocionales, mentales y algunas palabras y su combinación producirán efecto en esos estados, ese efecto puede ser sanador si acaso son las palabras adecuadas… La Palabra te eleva cuando resuena con la Verdad pero cuando tus estados no están en resonancia armónica con la Verdad entonces, esas mismas palabras producirán malestar pues desordenarán el orden de tus estados discordantes, los cuales estaban vibrando en energías que no sirven a la Verdad

 

 La Palabra sana…cuando resuena con la verdad y es la intención del que las pronuncia lo que imprime la resonancia… pero es tu determinación escuchar la Palabra y darle puerto donde amarrar y dar sus frutos... por eso, no hay más sordo que aquel que no quiere oir pero, el que quiera oir la Verdad escuchará La Voz!...