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Equilibrio 3D - el Hombre Gris...

 

Ambas fuerzas, Alfa y Omega, actúan sobre nosotros manifestándose a través de la condición animal humana, del instinto (Omega) y a través de la naturaleza Cósmica o Divina, la consciencia (Alfa). Ante cada circunstancia de la vida surge entonces la disyuntiva de actuar desde el instinto (Omega) o desde la Consciencia (Alfa). En cada decisión construimos la realidad.

 

El ser humano representa la tercera posición, es decir, si Omega  es el negro y Alfa es el blanco, el ser humano crea el gris. El mundo del hombre es un mundo de gris, no predomina el blanco ni el negro absolutos sino que fluyen ambos combinándose en cada decisión y en cada acto. En las guerras el odio llega a su máximo pero a la vez el amor surge en su extremo. La 3D no es un lugar, no es Gaia, somos nosotros, el ser humano. Precisamente porque la tercera dimensión de realidad, el gris, se da en nosotros, no se da en otros animales de este planeta sino solo en nosotros.

 

El instinto es lo que nos hace encajar con el mundo terrenal nos sirve para sobrevivir en “la cárcel” pero no nos alcanza para salir de ella, para evolucionar, Precisamente por eso, no somos solamente instinto, existe en nosotros otra fuerza que llamamos Luz, el Alfa, y que es la consciencia presente en nosotros, el Yo Soy, el Verbo encarnado. Esta fuerza inspira comportamientos opuestos a los que impulsa el instinto y es la atracción del Alfa lo que nos conduce por la senda evolutiva, lo que nos impulsa hacia la Espiritualidad.

 

La Oscuridad (Omega) actúa en nosotros y lo seguirá haciendo mientras estemos encarnados del mismo modo que actúan el hambre, la sed y el sueño. Luchar en contra de la oscuridad es inútil y equivocado, sería como luchar en contra del hambre, de la sed y del sueño... ¿qué debemos hacer entonces?


La oscuridad se manifiesta en nosotros a través de las cualidades humanas, esto es, a través de los impulsos del cuerpo, a través de las emociones y a través de los pensamientos, argumentos y creencias. Lo que debemos hacer es anteponer a estas manifestaciones, la intención a consciencia, iluminarlas!


Cuando surge el impulso del hambre no salimos a robar alimentos, no se lo quitamos a otro y no comemos lo que nos daña el cuerpo sino que actuamos a consciencia. Así debemos actuar con respecto a todo impulso surgido de nuestra oscuridad, anteponiendo ante él la Consciencia, la Luz. De esta manera, al someter al filtro de la Luz el impulso originado en Omega, lo transmutamos. 


No se trata de luchar sino de conciliar, no se trata de separar sino de integrar! Hasta que llegue el día en que ya no estaremos sujetos a los impulsos de la condición dual, no tendremos hambre, ni sed ni sueño.... no habrá manifestación de Omega que transmutar..

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