La ira altera no solo la emoción sino la salud y la vida. Nuestra actitud cambia, perdemos la intención ganadora y aceptamos "la derrota". La ira es causada, por ejemplo,  por la imposibilidad de satisfacer necesidades y de cumplir expectativas (deseos y anhelos propios y ajenos); se encuentra, por ello, íntimamente relacionada a la frustración.

 

El sujeto siente una gran angustia ante la falta, ante la injusticia que vivió, o que está viviendo, ante el incumplimiento de sus obligaciones y compromisos y ante el incumplimiento de os de otros hacia él; y, además, por el hecho de no poder cambiar su pasado o el presente que causa esta frustración.

 

Esto genera un cúmulo de insatisfacción que deriva en ansiedad, depresión y violencia hacia otros o hacia sí mismo, y que debe ser canalizado correctamente para evitar consecuencias negativas más graves  (debe ser sanado el patrón y las consecuencias negativas que ha dejado).

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Existen tres (3) posiciones que podemos asumir frente a las causas, o a los causantes de la ira, estas son:

 

1°) Estar a favor,

2°) Estar en contra,

3°) Estar en neutralidad con ellos o con ello.

 

Estar a favor de la causa o del causante de la ira es aceptar “la injusticia” porque no nos queda otra, porque no tenemos otra opción o porque creemos que no la tenemos; o porque no nos animamos a tomar la decisión. Esto surge en situaciones de dependencia, en las que no podemos cortar el vínculo con alguien porque lo necesitamos, o en las que no nos podemos ir del sitio en el que estamos porque no tenemos otro sitio al que ir.

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Estar en contra de la causa o del causante de la ira es, al contrario de la opción anterior, la que nos pone en beligerancia con la causa (o con el causante). Nos declaramos enemigos o lo declaramos nuestro enemigo y tratamos de deshacernos de la frustración eliminando la causa (o al causante). Esto suele suceder en los matrimonios en los que una parte es dependiente de la otra y no puede, o cree que no puede cortar el vínculo ni cambiarlo pero no acepta la frustración y se pone en beligerancia con ella y con el causante generando un clima de violencia y abuso sistemático.

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Estar en neutralidad con la causa o con el causante de la ira es no emitir juicio al respecto de esto sino ajustarnos a la experiencia tal cual el que acepta la lluvia cuando salió sin su piloto y sin paraguas. No está ni a favor de la lluvia ni en oposición de ella sino que en un estado de neutralidad, aceptación sin juicio, trasciende el momento evitando mojarse lo más que pueda pero sin más emoción que esa. Del mismo modo, ser neutral a la causa o al causante de la ira es, por ejemplo, no responder a la provocación de otro cuando conduces tu auto ni insultarlo cuando el otro hace una mala maniobra contra ti sino seguir neutral, comprendiendo que es solo una circunstancia. Al que te insulta en la autopista le haces una sonrisa o directamente lo ignoras y al que te hace una mala maniobra lo dejas ir y lo perdonas en nombre de todas las malas maniobras que tú has hecho y de las que harás…

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Por supuesto, lo ideal es la neutralidad pero, si fuera tan fácil como explicarlo, la ira no sería un tema en el que deberíamos enfocarnos y sanar… Lo cierto es que unos están atrapados en la dependencia o la necesidad y no pueden más que estar a favor de la causa o del causante de su ira o en contra pero no pueden ser neutrales.. o sí?...

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Las terapias

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En estas 3 sesiones iniciales que componen la Terapia de Sanación del Enojo, vamos a trabajar la sanación, precisamente, de las consecuencias de las frustraciones que has vivido, del incumplimiento y de las injusticias que has tenido que experimentar para liberarte de los patrones y traumas que esto ha dejado en ti.

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Buscaremos, como resultado natural de este proceso, que alcances o que te acerques más al estado de neutralidad ante la causa o el causante de tu enojo, de tu frustración. Si la causa o el causante ya son parte de tu pasado entonces el trabajo es más sencillo, es cuestión solo de remover consecuencias residuales. Recuperarás tu actitud ganadora y el entusiasmo por crear, por vivir y por relacionarte.

 

Estas tres (3) sesiones deben tomarse en el plazo de a lo sumo un mes, mi sugerencia es tomar una sesión por semana. 

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El precio de las sesiones es de 750$ la primera y de 500$ por sesión la segunda y la tercera, es decir, unos 1.750 $ en total. 

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Para reservar tu consulta debes llamar a Elixir Centro Holistico al

477 717 7051 allí te indicarán los pasos a seguir y los días y horarios disponibles.- 

 

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